Y sí un día existes.
- issa fernanda toledo pineda
- 1 may 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 14 may 2020
Hoy voy a escribir a lo Diego Ojeda, con permiso.
Yo estaba en el desierto, dejaron mi defensa bajo mínimo, y lo agradezco, porqué me invitaron a cambiar, a dejar malos hábitos, adentrarme en el ser y aceptar los errores. No lo he logrado del todo, ni será tan pronto, llevo tranquila esa parte de la vida y el tan mencionado amor propio.
“¿No te desespera la soledad?, ¿no te parece Justo que te des un espacio para una cita? ; También podrías enamorarte, eres joven” lo han preguntado tanto, que llegó el momento en el que me pregunté ¿Por qué? y la respuesta fue clara, no es el momento. Y tal vez nunca sabré cuando lo será, porque sí un día el amor decide habitarme no lo quiero a medias, no quiero el café tibio, ni manos distantes, no quiero prisas del contacto físico, que sí hay historia será lineal y con respiros.
Me he prometido, no volver a lamentarme, no estar, hasta saborearme completa o a lo más que pueda llegar, para ser mancuerna. Que la vida me lleve y, si aparece, bienvenido sea.
Lo que tenga que ser, será, dicen. Incluso si lo que ha de ser tú no quieres que sea; o si lo que será ya fue y vuelve repetido. Digamos que a todos nos tienen que pasar ciertas cosas en la vida, mejores o peores, pero que van a pasar quieras o no. Yo soy de las que creen que esas cosas vienen en número finito como una cuenta atrás, marcando en historias el ritmo en que vivimos.
Me gusta pensar que una de esas historias que aún no he vivido eres tú. Imagino que un día apareces, me besas y te quedas. Si, tú, seas quién seas. Y mientras, pienso y me pregunto si ya habré conocido tu sonrisa, si ya nos habremos cruzado en la calle o incluso si nos habremos sentado juntos en un autobús, un cine o un parqué.
Por eso, yo seguiré así, viviendo sin preocuparme por ti, porque sé que llegarás y cambiarás mi vida de la misma forma en que yo cambiaré la tuya. Seremos equipo. Pero eso ya es otra historia, de momento mi historia no eres tú, sino vivir mi vida y sus momentos hasta llegar a tu capítulo. Ya entonces habrá tiempo.
No sé quién eres, pero dejaré plasmado aquí, lo mucho que disfruto los abrazos, el vino y los domingos.
Y sí un día existes, estás son mis cartas sobre la mesa.

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