top of page

Tantos tipos de amor.

  • Foto del escritor: issa fernanda toledo pineda
    issa fernanda toledo pineda
  • 5 ago 2020
  • 4 Min. de lectura

Me he sentado a escribir estas líneas. Desconozco si ellas llegarán a tus ojos, ni tengo claro si quiera que así sea. Lo que quiero y necesito, es poner en palabras lo que está aquí. Así que creo, conociéndome, que esta será una carta de confesiones, algunas culposas, otras dolosas, pero seguramente, todas liberadoras. También te digo, que sé y jamás he dudado, que me quisiste. Como pocos hombres saben hacerlo, con un corazón absolutamente abierto.

A pesar de nuestras historias, de nuestra falta de ejemplos, de nuestras incapacidades, de nuestras carentes herramientas emocionales, nuestros tiempos desvariados, nos quisimos, como solo tú y yo sabíamos hacerlo, a la buena, hasta adentro.

Y así como muchos amores intensos, llegó el momento de quedarse de un solo lado. Partiste o quizá yo partí antes, no lo sé. Me dolió, me doliste, nos dolimos, hasta adentro, hasta los mismos huesos.

Con mi copa de vino en mano y mi música favorita al fondo, comienzo así.

Cuando decidí poner una balanza y comprender la palabra ‘‘mejorar’’, no sentía que en mi caminara la mejoría, palabras más, palabras menos, el mensaje era el mismo, “ámate a ti, para que puedas amar a otros”, “cuando estés plena, llegará la pareja”, “tus heridas de infancia marcan tu presente”. Si bien, podrían parecer palabras sabias para algunos y aunque a veces me hacían sentido, no acababa de encajar y de descifrar el enigma. Baile con danzantes en pirámides, hice rituales de cierre de ciclos, me bañé con pétalos de rosas, escribí y quemé cartas, conté mi historia a un sinfín de desconocidos y conocidos, oré, medité, canté, aullé, viajé, por supuesto, exploré y exploré mi infancia.

Culpé a mi papá, a mi mamá, a mi abuelo por pintarme un mundo hermoso, a los hombres, al patriarcado, al sistema económico, cuestioné a todos y a todo.

Y así, sin darme cuenta, inmersa en mi búsqueda, comencé a intentar cosas diferentes, a probar aromas y sabores diferentes. A descubrir mis rincones más desconocidos, fascinantes y escalofriantes. Hasta que llegue aquí, a convertirme en una mujer. Por fin se acabaron las quejas, los reproches y volví a sentirme segura, logré aceptarme a mí, mi vida y mi historia y con ello lo lejos que te habías ido.

De pronto, sin buscarlo, lo comprendí todo. Deje de suponer, uff y cuanto me costó.

Empecé a sentir como cada paso, cada palpitar, cada lágrima, cada sonrisa, me trajo hasta aquí. Tu presencia y partida, me enseñaron, me enseñaste. Hoy sé, que el amor que vivimos, no se terminó, sólo tomó matices y formas diferentes.

Hoy me descubro, amando sincera y verdaderamente todo lo que me rodea. Sin saberlo me mostraste mi profunda capacidad de amar. Hoy amo mi profesión, amo los amaneceres, amo sentir, amo mostrarme al mundo, amo descubrirme, hasta amo mi historia. La rutina en definitiva no va conmigo. ¡Amo vivir! Contigo viví mi primer amor y cada día sigo descubriendo nuevos amores y no justamente sentimentales. Hoy sé que la vida es dulce y amarga, así como nuestra historia y que eso la hace real y verdadera, así como nosotros. Hoy sé, que así como tú lo hiciste, puedo sembrar semillas en la gente. Hoy puedo aportar haciéndoles sentires amados y seguros. Hoy sé, llena de esperanza, fuerza y certeza, que no tengo límites, que puedo conquistar lo inconquistable.

Después de ti, me caí y llegué a compartirte culpas, hoy sé que la única responsable de permitirme sentir soy yo. Hoy, me descubro abierta a sentir dolor, a permitirlo y a dejarme en él. Sabiendo que resurgiré y estaré más completa que antes. Segura que el dolor no es eterno y que siempre después de pasar, las sorpresas de la vida llegarán a montones. Y que delicioso sabor de boca te deja.

Fuiste, mi mejor maestro. Quiero que sepas y siempre recuerdes, que lo que vivimos, es una infinita fuente de inspiración y fuerza en mi vida. Jamás voy a quitar o borrar algo. Hoy descubro su perfección y eso me llena de una indescriptible confianza en la vida, en sus tiempos y sus formas.

¡Me siento segura de vivir, de amar y de sentir, gracias a lo que descubrí de mí a través de ti!

Y desde este lugar me despido, mi amor. No sin antes decirte, que deseo desde lo más sincero de mí, que puedas reconocer el gran poder que tienes de transformar lo que amas, de impulsar y potencializar a todo en lo que pongas tu corazón.

Y ahora entiendo, que terminó, como nos merecíamos que terminara, en la cúspide, en la cima, y que no podía descansar hasta que regresara a este punto y pudiera decirte a los ojos y completamente convencida que te amé, que amo nuestra historia (toda), y que deseo profundamente que vueles y construyas la vida que deseas y que tanto mereces.

Porqué yo hoy, ya construí el primer piso. Tantas formas de amor y el nuestro ya es sano, absoluto. Lejos el uno del otro. Sin más.


ree

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
No(s)otros..

Hay una frase muy trillada, llena de razón y es momento de citarla. “Ya no somos tú y yo, somos: NOSOTROS” nadie más, ahora en conjunto...

 
 
 

Comentarios


Post: Blog2_Post
  • Twitter

©2020 por Mar vivo y picao.. Creada con Wix.com

bottom of page