Nada con prisa.

Voy a empezar por tu sonrisa, quiero envolverme en tus brazos, sin prisas del destino.

Contigo quiero descubrir qué tan deliciosos pueden ser los domingos, dime qué es lo que quieres tú, cuéntame cómo te gusta el café por las mañanas, qué tal te cae el amor del siglo XXI, entonces podremos ir paso a paso, reiniciándonos cada que sea necesario.

Contigo quiero sentir el mar, bailar en la cocina, que tomes mi cintura.

Contigo que la comunicación sea importante y la compresión indispensable. Pero nada con prisa, todo a su paso, que nos tomemos de la mano más fuerte sí tenemos un mal día. Quiero tener ganas de verte después de una larga jornada, después de días sin el hogar que se siente en tus brazos, cenar o cenarnos.

Eres, estás, gracias a aquella estrella fugaz.