Lo que es, es.

Cuando el amor se convierte en decisión y convicción, conoces lo que verdaderamente es, desde mi perspectiva.

Que apartemos el orgullo.. Cuán difícil es, hasta que llega alguien que te hace querer que vuelvan las declaraciones de amor con rotulador en la carpeta o con cartas hechas a mano, pienso que quien se toma el tiempo de pensar cada palabra para que encaje y transmita toda las intenciones, te quiere desde tus monstruos más pesados hasta lo que no te gusta de tu físico, te hace subir y sentir un torrente de emociones, le empiezas a querer de una manera tan realista que da miedo, comprendes que el enamoramiento es un estado temporal, un conjunto de hormonas alborotadas en tu cerebro, algo que es efímero, puesto que claro que da miedo, saber que el enamoramiento se agota, se evapora, y la sed nos quema en la garganta, y el amor? ¿Entonces en que momento sabes que es amor lo que sientes? ¿Entonces como distinguir que te ves en un futuro con esa persona por la idea del cuento de hadas que nos vendieron de chiquitos por decisión y no por enamoramiento? Y entonces te cae el 20, lo ves en todas sus facetas, lo descubres poco a poco y le sigues eligiendo, porqué así lo has decidido, decides querer agotar todas las cerillas antes de darte por vencido porqué vaya que le quieres.. porque a pesar de que la vida jamás dejara de ser incierta, quieres que sea la persona con quien hagas las cosas más simples como decidir que Pasta dental comprar, porque se convierten en un equipo, porqué son la balanza ideal, porqué las risas encajan y los chistes malos parecen buenos, pero algo, siempre hay algo que a veces no termina de convencer y yo considero que es el miedo a que nos pase algo si nos ponemos vulnerable mente en manos de alguien más, hasta que decides arriesgarte y descubrir sí esos brazos con decisiones inciertas, van a cubrirte cuando el mundo se ponga de cabeza, empiezas a ponerte en sus zapatos y como diría el buen Andrés Cepeda, aquí nadie es dueño de nadie, pero sin duda puedes ofrecer ser mejor cada día, recibir los comienzos, esos que huelen a café caliente por la mañana.. con un beso para confirmar que es ahí.