Las mañanas, contigo.

Mientras disfrutada un café, el caos, la vida, mi casa. Apareciste mojándolo todo de calma. Tu risa. Tus besos. Tu mundo. El mío chocando con el tuyo. Atrapándome en abrazos, y ahora qué hay escritos solo para ti, quiero decirte:

Eres mi libro, mi escrito, mi calma, mi primer año nuevo sin grietas. Contigo ya lo tengo todo, incluso lo que nunca imaginé que tendría. Tus labios. Tu cuerpo. El amor nos encontró despiertos, por una vez.

Y quiero, un nosotros compartido a tiempo. Una vida de futuros por delante. Más risas. El calor de tu piel en invierno. Tus lunares. Mi cabello rebelde que interrumpe cada beso. Los domingos a tu lado. Que cuando despertemos de buen humor, lleguemos tarde. Que viajes improvisadamente por mi cintura. Sin equipaje. El amor nos encontró despiertos, por una vez.

Y sí; Me quedo en esta dictadura que son tus besos.

En mi abrazo, tu hogar. En tu aliento, mi fuego. En este mundo nuestro, un mañana. Y otra. Y cientas.